Juegos de INTELIGENCIA EMOCIONAL para el verano
Están a punto de llegar las vacaciones de verano y muchos padres empiezan a pensar en planes para hacer con sus hijos; ya sean excursiones para disfrutar de la naturaleza, talleres de manualidades o cocina para compartir juntos en casa o bien salidas culturales que estén adaptadas a sus edades.
Sin embargo, hay muchos momentos de relax, playa y piscina en los que los más pequeños van a necesitar de nuestra imaginación para entretenerse.
¿Cuantas veces tu hijo/a ha venido a pedirte que juegues con él y tu no tenias ningún juego o actividad pensada?
Pues bien, aquí os dejamos unas propuestas lúdicas para trabajar el mundo de las emociones.
1. Haz que tu hijo/a diga las emociones que conoce.
Ten claras las emociones básicas a trabajar: alegría, tristeza, rabia, miedo y asco. Pero ves un poco más allá descubriendo emociones como: la valentía, la culpa, los celos, la ilusión, la nostalgia, la soledad, el aburrimiento, la frustración, el rencor, el placer, etc.
2. Para que sea más divertido, pídele que las imite a modo de “emoticono” y muéstrale como tú las representarías.
3. Busca en el móvil fotografías o dibujos de niños enfadados, tristes, alegres, etc. Y pídele que las asocie a las diferentes emociones de las que estabais hablando.
Estas fotografías también pueden servir para inventar historias a partir de los personajes que salen. Por ejemplo; qué crees que le habrá pasado a este niño/a?, Por qué debe sentirse así? Qué podrías hacer tú para ayudarle?, Qué te gustaría que hicieran sus padres?.
Con este tipo de preguntas podemos conocer el mundo emocional de nuestro hijos, qué piensan de cómo actúan los demás, si ya tienen una opinión al respeto o si por el contrario no tienen todavía estrategias para intentar resolver problemas emocionales.
4. Usa la mímica y el pictionary.
Pídele a tu hijo/a que imite una emoción o la dibuje sin que tú sepas cuál es. Si la adivinas, él se lleva puntos ya que significará que se ha esforzado y la entiende. Después te toca a ti!
5. Describe la emoción sin decirla.
Pídele a tu hijo/a que describa la emoción que tiene en mente usando sus propias palabras. Si la adivinas él se lleva puntos ya que significará que se ha esforzado y la entiende. Después te toca a ti!
Con esta modalidad estamos practicando la expresión oral y las palabras relacionadas con la emoción, lo que le llevará a conectar mejor los conceptos asociados entre sí.
6. Atrévete a recrear un role-playing.
Plantea situaciones y representar a alguno/s de los personajes que salgan.
Por ejemplo, estamos en el patio del colegio y dos amigos quieren jugar con una rueda de neumático, tú también quieres jugar con ella. Qué harías?
Con esto descubrirás si tu hijo/a afronta el conflicto y decide poner en marcha sus habilidades para conseguir la rueda o si por el contrario valora evitar el conflicto y decide jugar a otra cosa.
7. No niegues ni censures ninguna emoción!
Este punto más que un tipo de juego es una directriz a seguir. Tu hijo/a tiene que poder hablar de todas las emociones humanas. No hay emociones correctas e incorrectas, sencillamente algunas nos hacen sentirnos bien y otras no, pero todas tienen su funcionalidad y es importante que pueda reconocerlas y diferenciarlas para así aprender a gestionarlas a lo largo de su desarrollo.
Espero que os haya parecido útil este post veraniego y que aprovechéis este verano para dar rienda suelta a como somos y nos sentimos!
Jorgina Solé
Psicóloga Infantil y de Familia.